Reflexion sobre Sindrome del Impostor

El síndrome del impostor puede ser un trastorno debilitante para algunos, pero hay buenas noticias. No solo se pueden superar sus efectos negativos, sino que también podemos sacar ventaja de ellos. Como con cualquier asunto relacionado con la salud mental, el reconocimiento es siempre el primer paso y hemos analizado a fondo las diversas causas, factores y moderadores del síndrome a lo largo de este libro para ayudarte a descubrir si tú o alguien a quien conoces lo padece. Una vez has aceptado y entendido mejor el trastorno, puedes comenzar a poner en práctica las estrategias recomendadas para tratar tu SI y mejorar tu autoestima.

Aumentar tu entendimiento te ayudará a gestionar el Sindrome del Impostor para que no te suponga un lastre. generalmente las personas que tienen cierto éxito en la vida, son las que tienen una mayor probabilidad de desarrollar este tipo de sentimientos, por lo que es probable que, si padeces Sindrome del Impostor, se te dé bien lo que haces. Además, recuerda que no estás solo y anímate, el 70 por ciento de personas nos sentimos así en algún momento de nuestra vida, es más normal pensar que eres un impostor que no pensarlo: es muy probable que haya varios impostores en un grupo de personas. Recuérdalo cuando te sientas así; te ayudará a combatir la sensación de aislamiento. En realidad, tener inseguridades acerca de lo bien que vamos o hacemos las cosas incrementa las probabilidades de tener éxito, puesto que así comprobamos y nos aseguramos de que lo estamos haciendo lo mejor posible constantemente.

Aquellos que no padecen Sindrome del Impostor pueden tener una confianza equivocada en sí mismos que se traduce en un trabajo de peor calidad a largo plazo. Esto se fundamenta en un estudio que demostró que los estudiantes más inteligentes solían infravalorar su posición en clase, mientras que los menos capaces la sobrevaloraban.144 El truco es mantener a raya los pensamientos de impostura, pero, cuando afloren, aprovecharlos como oportunidades para aprender, tanto si es algo acerca de la tarea que te ocupa como acerca de ti mismo. Se podría decir que un cuadro leve de Sindrome del Impostor es algo positivo que te alienta a seguir trabajando y dar lo mejor de ti. Lo que se necesita es alcanzar un grado de aceptación y equilibrio en cuanto al trastorno más que su eliminación. Si reconoces, comprendes y adoptas las estrategias de gestión, puedes comenzar a abordar tus sentimientos de inseguridad y, si continúas por este camino, ganarás más confianza y alcanzarás el equilibrio deseado. El objetivo de este libro es ayudarte a conseguir precisamente eso.